LA IMPORTANCIA DE LOS ABUELOS

Por Catalina Moreno P de A.

Se ha visto en la actualidad que los abuelos son cada vez más jóvenes y joviales. Esto es debido a que sus sucesores tienen hijos más jóvenes y también porque ellos se preocupan de estar más saludables. Junto con esto, las expectativas de vida han mejorado y aumentado, por lo tanto, la persona humana ha logrado prolongar la vida que hace unos cuantos años atrás. Por lo mismo, como dice Bernabé Tierno, psicólogo, pedagogo y escritor, “los abuelos modernos son bastante diferentes (…) Hoy son frecuentes las abuelas y abuelos cincuentones y sesentones, de porte atlético, rostro cuidado y con una vida activa.”.

Actualmente los abuelos desempeñan el rol de ser educadores complementarios, sobre todo cuando los padres se encuentran con exceso de trabajo y les cuesta tener el tiempo necesario para sus niños. Ellos pueden compartir tiempo en las vacaciones, los fines de semana, etc.

Además se crea un afecto sereno y equilibrado con sus nietos ya que los abuelos dan mensajes, consejos y recomendaciones que fascinan a sus descendientes más pequeños. Les revelan cuentos, aventuras y divertidas hazañas que al contarlas una y otra vez el niño se enriquece y le proporcionan una dimensión histórica nueva.

Los abuelos pueden ser un modelo de “repuesto”, esto quiere decir, que si falta por diferentes motivos algunos de los padres a sus nietos, éstos pasan a reemplazarlos cumpliendo el rol de figura paterna o materna, según corresponda.

Pero lamentablemente existen algunos aspectos negativos muy frecuentes que se pueden presentar, esta es la excesiva superprotección donde los abuelos pueden cometer errores gravísimos. Algunos de ellos es cuando miman y sobreprotegen a los niños para atraer su afecto, sin dejarles hacer nada por sí mismos evitándoles enfrentarse a dificultades. El niño se convierte en un ser mimado, débil y caprichoso que se refugia en la comprensión de sus abuelos y se alejan de sus padres. Otra característica o efecto que puede causar esta excesiva superprotección, es que los abuelos se presentan como buenos y comprensivos y los padres son malos e intolerantes. Un ejemplo de ello es la siguiente frase: “Tu madre no quiere que comas tantos dulces y chocolates porque es muy exagerada; pero yo, que te quiero mucho, te traeré para que los tengas bajo la almohada; pero que no se enteren”.

No hay que olvidar que los abuelos, cuando se les da un espacio justo y necesario, pueden ser un gran aporte para sus nietos e hijos. Nunca hay que pensar que son un estorbo ni mucho menos, son personas que han vivido más y por lo tanto, tienen más experiencia y poseen una gran sabiduría.

Fuente: Extractos de escritos de Bernabé Tierno.