Por: Catalina Moreno Pérez de Arce.
La familia es un conjunto de intimidades donde su unidad radica en que todos sus miembros comparten y respetan una serie de criterios como rectos y verdaderos. También es un lugar donde cada uno va desarrollando el estilo propio de su personalidad.
Un aspecto fundamental es que la familia tiene la misión de transmitir vida, criar, educar a los hijos, insertarse en la sociedad y luchar por los valores familiares. Esto los desarrolla a través de la vida cotidiana, especialmente en la casa, donde se presentan diferentes circunstancias tales como momentos de dificultad o de alegría; lo que representa la pedagogía más concreta para la inserción activa, responsable y fecunda de los hijos en el horizonte más amplio de la sociedad.
Como es sabido, los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos. Por lo mismo deben crear un ambiente animado por el amor, que favorezca la educación integral, personal y social de los hijos. Ellos son los responsables de que cada uno de sus miembros sea capaz de desarrollar su propia intimidad, lo que les permite auto conocerse para auto poseerse y así estar dispuesto a entregarse a los demás.
Para lograr que la familia tenga una buena base, se debe buscar el desarrollo de ciertos valores motivados por el amor. Cada uno de los hijos debe considerarse como único y valioso, esto les da confianza y permite que traten de dar lo mejor de sí, de tal modo que sus actos tengan como sentido el amor a los demás y a la vida.
Para que la familia se desarrolle adecuadamente es importante que trabajen ciertas virtudes tales como las cardinales (prudencia, fortaleza, templanza y justicia). Al desarrollar estas virtudes permitirá lograr el aprendizaje de otras, tales como la virtud del orden, la obediencia, sinceridad, entre otras.
A modo de conclusión se puede decir que la familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, donde los hijos deben crecer en una justa libertad ante los bienes materiales, aportando un estilo de vida sencillo y austero, tomando en cuenta de que “el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene”.
Fuente:
- “La educación personalizada en la familia”, García Hoz.
- “Pedagogía familiar”, J.M Quintana.
- Apuntes de la cátedra “Ética del matrimonio y la familia”, profesora Carolina Dattari Reyes, Universidad Gabriela Mistral.
- Apuntes de la cátedra “Educación familiar”, profesora Raquel Rubio Huidobro, Universidad Gabriela Mistral.
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