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28 julio 2010

EL POLOLEO Y SUS ETAPAS

Por: Catalina Moreno P de A.

“Cuando se está unido a otro por una finalidad común, situada en el nosotros y fuera de él, solo entonces respiramos, y la experiencia nos demuestra que amar no es mirarnos mutuamente sino mirar juntos en una misma dirección”.

(Saint Exupery, en su libro “Tierra de hombres”).

¿Qué es el Pololeo?

El pololeo es una relación estable en una pareja, unida por una profunda amistad; amistad exclusiva pero no excluyente que abarca todo el afecto y el espíritu que, en último término, está orientada a un posible matrimonio.

El pololeo pasa por variadas etapas. Primero encontraremos la elección de pareja. Éste comienza con una atracción y simpatía inicial. Surgen las invitaciones a salir para conocerse. Poco a poco el pensamiento está permanente en la otra persona, se genera una fascinación que “revoluciona” la existencia. Esto es lo que se llama “enamoramiento”.

Luego viene la fascinación inicial. Una vez elegida la pareja, se inicia la construcción de una relación estable que se llama pololeo. Es una etapa maravillosa, donde hay ilusión, romanticismo y entusiasmo. Todo adquiere una nueva perspectiva, existe un “por qué y un por quién vivir”. Es una etapa llena de sorpresas agradables, en la que se descubren fundamentalmente los lados “luminosos” de tú. Existe una natural acentuación de la exclusividad, la que se debe cuidar por que el aislamiento conduce al empobrecimiento.

Después nos encontraremos con la etapa del encuentro con el tú real. Transcurrido un tiempo, se adquiere un mayor conocimiento del otro, tanto de sus cualidades como defectos. Ha desaparecido la novedad de la etapa anterior. Es una etapa de discernimiento y de encuentro verdadero, se puede experimentar aburrimiento, rutina, poca tolerancia, etc. y se decide terminar o por el contrario se decide continuar a pesar de lo anterior porque lo esencial está presente. Pero aunque puede ser una etapa difícil, lo valioso se gesta en el dolor y la crisis. Es importante considerar la globalidad de la relación, analizar la historia recorrida. Visualizar si es un pololeo que ha limitado o paralizado la propia personalidad o si por el contrario nos ha enaltecido, si se crece juntos si se percibe realmente que existen coincidencias básicas en lo afectivo y en lo espiritual, en los caracteres e ideales, es decir, si hay semejanzas suficientes como para sobrellevar las diferencias, porque solo así se puede decir que se va por un buen camino.

Y finalmente está la etapa de profundización. El amor es algo que se construye. En esta etapa existe una gran tarea por delante: Conquistar día a día un amor cada vez más profundo, dar al pololeo una dimensión más amplia.

Se puede decir, a modo de conclusión, que el pololeo es una etapa muy importante para discernir quién va a ser nuestro compañero/a para toda la vida. Es necesario conocer bien al otro y de vez en cuando preguntarse si es la persona con la que quiero estar para siempre. Existen preguntas claves que ayudan en esta etapa, así como por ejemplo: ¿Estoy dispuesto a vivir con esas mañas que tiene? ¿Me interesa y me preocupo de tener buenas relaciones con su familia? ¿Quiero comprometerme a amar a esta persona para el resto de mi vida? Estas preguntas nos pueden ayudar a aclarar la mente y permitirán que podamos tomar una buena decisión, a conciencia y madura.

Fuente: Apuntes de la Cátedra Matrimonio y Familia, Profesora Raquel Rubio. Universidad Gabriela Mistral.

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