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08 agosto 2010

DEL DOLOR A LA ESPERANZA

“….Para hacer llevadero el dolor y de todas las reacciones habituales que se padecen después de la muerte de un ser querido como la negación, la tristeza, el miedo, la angustia, la culpa, la soledad y por otro lado las sensaciones corporales y de comportamientos como la fatiga, nauseas, temblores, querer estar solo, tener pesadilla, evitar a la gente, falta de concentración, etc, es aconsejable darse permiso para estar en duelo, permanece abierto al dolor de tu corazón. Siente y expresa las emociones que surjan, no las pares. No te hagas el fuerte, no te guardes todo para ti, y con el tiempo el dolor irá disminuyendo".
El duelo por la pérdida de una persona muy importante suele durar entre 1 y 3 años. No te hagas pues expectativas mágicas. Estate preparado para las RECAIDAS. Hoy puedes estar bien y un suceso inesperado, una visita, el aniversario, las Navidades te hacen sentir que estás como al principio, que vas para atrás, y no es así. El momento más difícil puede presentarse alrededor de los 6 meses del fallecimiento, cuando los demás comienzan a pensar que ya tienes que haberte recuperado.
Aunque las emociones que estás viviendo pueden ser muy intensas y necesitar mucha energía, son PASAJERAS. Procura vivir el momento presente, por duro que sea. Sé amable contigo mismo. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.
No temas volverte loco, puedes vivir sentimientos intensos de tristeza, rabia, culpa, confusión o abatimiento, deseos de morir, son reacciones normales después de la muerte de un ser querido.
Aplaza las decisiones importantes, decisiones como vender la casa, dejar el trabajo, marcharte a otro lugar….es preferible dejarlas para más adelante. Seguramente, ahora no puedes pensar con suficiente claridad, y podrías más tarde lamentarlo.
Sigue conectado con los otros. Necesitas su presencia, su apoyo, su preocupación, su atención. Dale la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar a tu lado. Piensa que pueden querer ayudarte, pero no saben la manera de hacerlo. Pueden temer ser entrometidos o hacerte daño si te recuerdan tu pérdida. No te quedes esperando su ayuda y pídeles lo que necesitas.
Ignora los intentos de algunas personas de decirle cómo debes sentirte y por cuanto tiempo. Sentirás que algunas personas no comprenden lo que estás viviendo. Intentarán hacer que te olvides de tu dolor, comprende que lo hacen para no verte triste. Piensa que quieren ayudarte, pero que no saben como hacerlo. Busca personas de confianza que te permitan “estar mal” y desahogarte sin miedo cuando lo necesites.
Date permiso para sentirte bien, reir con los amigos, hacer broma. Tienes perfecto derecho y además puede ser de gran ayuda que busques, sin forzar tu propio ritmo, momentos para disfrutar. Recuerda que tu ser querido querría sólo lo mejor para ti y que los “malos momentos”, vendrán por si solos……..”.
Fuente: Taller del Dolor a la Esperanza.

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